martes, enero 29, 2013

Aprender a pensar

Últimente en mis clases estoy probando a enseñar algo más que la lengua española. Ya lo intentaba hacer antes, "obligando" a mis alumnos a deducir y adivinar del contexto el significado de las cosas (ya que hablo ni una palabra de inglés durante la clase, ni de bangla), intentando que razonaran y usaran el sentido común para entender las cosas por sí mismos, sin esperar a que yo explique todo. Pero ahora estoy intentando llevar esto más allá, probando a enseñar contenidos útiles para su vida real. No contenidos realmente, sino procesos mentales.

Por ejemplo, aprovechando el nuevo año, dedicamos una semana a hablar de los propósitos de año nuevo, de nuestros sueños en el futuro, y de cómo llegar a ellos. Para eso, primero presenté el signficado de "propósitos", como "cosas que quieres hacer", y comentando (gracias a la página de RTVE) cuáles eran los própositos de los españoles para este 2013 (en los que tuvimos una interesante discusión aprendiendo a deducir del contexto implícito el significado de la palabra "crisis" en la frase "salir de la crisis", teniendo en cuenta que esta frase la dicen los españoles en el año 2013... Para aprender una lengua también hay que estar al tanto de la actualidad). Después comentamos qué les parecían esos propósitos de año nuevo. Luego, comentamos la siguiente frase:

"Construimos el futuro con las decisiones que tomamos hoy. Nosotros decidimos el futuro que queremos construir"

El problema, acordaron todos los alumnos, era decidir el futuro que querían. Algunos de ellos lo veían todo muy negro, y no podían imaginarse nada. Así que el siguiente paso fue ayudarles a imaginarse algo. Algo que realmente quisieran hacer y ser. Les puse la música de la banda sonora de Amelie, que es como un cuento de hadas y ayuda a imaginar, les di lápices, goma, colores, una hoja en blanco, y se pusieron a dibujar (con mayor o menor habilidad, eso era irrelevante) el futuro que deseaban, que imaginaban si todo fuera posible, para el 2018. Algunos dibujaron cosas increíbles, totalmente fuera de sus campos de estudio o de su manera de vivir, otros imaginaron cosas más esperables. Para imaginar, tenían la ayuda de tres preguntas: cómo querían ser en el futuro, qué querían hacer en el futuro, y qué querían tener (material o no) en el futuro.

Algunos tardaron como media hora en empezar a dibujar, pero todos acabaron dibujando y coloreando y soñando.

Después de imaginar el futuro y de contárselo a sus compañeros, tenían que pensar en los propósitos que debían hacer este 2013 para en el 2018 llegar a ese futuro que habían imaginado. Los que se lo tomaron más a broma, y se dibujaron, por ejemplo, a sí mismos en una selva de África, fueron consecuentes con lo que habían dibujado y elaboraron sus propósitos de acuerdo a ese futuro dibujado. En general, todos cumplieron muy bien la tarea, y creo que a alguno de ellos les ayudó bastante. Quizá no durante la actividad en sí, pero creo que la idea de imaginar el futuro para planificar qué hacer en el presente para conseguir llegar hasta ahí se ha quedado en su cabeza. 

Además de actividades en la clase, estoy a punto de empezar un taller de debate en español, cuya preparación me está enseñando a mí muchísimas cosas en las que no había pensado antes. Espero poder aprenderlas a tiempo antes de que empiecen las clases, o no voy a ser capaz de hacerlo bien. Porque debatir es argumentar y para argumentar, hay que tener las ideas muy claras en la cabeza, hacer las relaciones correctas entre las ideas, de manera que el argumento sea válido y coherente, y además, el handicap de mis alumnos va a ser expresar todo eso en español (cuando tampoco es que todos los nativos sepan). Sin embargo, estoy segura de que aunque no aprendan del todo los marcadores, conectores, organizadores discursivos que son necesarios para hilar coherentemente las ideas, el curso les ayudará a organizar sus pensamientos. Conmigo ya está funcionando.

lunes, enero 28, 2013

En un pueblo adivasi (tribal)

A veces soy redundante como una noria, pero es que no puedo dejar de señalar las pequeñas y grandes excepciones de este país, que rechaza todas las generalizaciones. Además de una cultura mainstream, dominante, "india", centralizada, también hay muchas otras, más o menos reconocidas. Las menos reconocidas son las culturas de las tribus adivasis, como los Santali, que pertenecen, podemos decir, a una etnia diferente.

En uno de estos pueblos de santalis he estado seis días, ayudando en un pequeño taller de fotografía diseñado por Trimukhi Platform, cuyo objetivo es el surgimiento del arte en lugares como este, donde lo último en que uno pensaría es en encontrar "arte", una manera distinta y original de interpretar lo que se puede hacer como "trabajo social". Un fotógrafo mexicano, un traductor y yo fuimos a Borotalpada, un pueblo santali a dos horas y media de Kharagpur, al sur de Bengala Occidental, en la frontera con Orissa. Nos alojamos en la casa de una de las familias del pueblo, que amablemente nos cedió una habitación y su hospitalidad. Otra familia cocinaba para nosotros, e íbamos todos los días allá a desayunar y comer, mientras que la cena nos la traían a la habitación. Casi un hotel de cinco estrellas.

El taller duró cuatro días, y tuvo los típicos inconvenientes: la gente llega tarde, la asistencia es irregular, la atención de los participantes también es irregular...Igualito que en la universidad. Pero a pesar de todo, los 9 chicos, hombres y mujeres que participaron se lo pasaron muy bien sacando fotos, y mejoraron mucho en apenas cuatro días. Algunos tenían mucha iniciativa y deseos de sacar fotos, y daba gusto verlos participar. 

El taller lo hacíamos por la mañana, durante unas 3 horas, y después íbamos a pasear hasta el pueblo cercano de Baligeria, para comprar alguna cosilla que hiciera falta, como agua, comida, chilis, o rosi, una cerveza local hecha de arroz con un toque de sabor a sidra y un color blanquecino como la leche. Por el camino, la tierra rojiza, el aire seco y frío, y los lagos y cielos azules y los árboles tan verdes, hacían unos contrastes fantástico en el paisaje. Durante la noche, con luna llena, se veía todo perfectamente sin necesidad de linternas, y el frío era terrible, pero refrescante. Sobre todo por las mañanas muy temprano, cuando salíamos al campo para ir al baño antes de desayunar.

Para ilustrarlo:

El mercado semanal de Baligeria



Me encantan las bicicletas

De camino al pueblo al atardecer, un lago lleno de lotos

La ventana de mi habitación

El pueblo está lleno de niños y niñas

Todos a su vez llenos de curiosidad



La fuente y la ducha


Desayuno in the making


Cositas del día a día: un banquito para sentarse al cocinar, y un jarroncito para coger agua.


La cocina, al aire libre.


La única casa con televisión. Y con miles de canales.


La niña Pini y su bicicleta

Más fotos aquí.

domingo, enero 13, 2013

La violencia sexual no es un fenómeno cultural de India - es endémica en todas partes

En el periódico británico The Independent, un columnista, Owen Jones, escribió este artículo (Sexual violence is not a cultural phenomenon in India - it is endemic everywhere), tan solo un día después de la muerte de Amant, Damini, o como se haya llamado a la estudiante de Nueva Delhi a la que violaron en un autobús. 

Su artículo es muy interesante porque nos acerca a nuestra realidad: que esto pasa aquí en nuestras calles también. Hablar de violaciones en un país como India, que muchos consideran que no está al nivel de los países desarrollados (a pesar de estar en el G20, como ya hablé en una entrada anterior, y por ejemplo España no está), es muy fácil: es otro país, muy muy lejano, jugamos a desplazar los problemas afuera y parece que aquí, en nuestro entorno, todo está bien. Nada más lejos de la realidad. Así que para devolvernos a la realidad, he traducido su artículo, que podeís encontrar en el inglés original en el enlace de arriba. No espero que os "guste", pero espero que os haga pensar un poquito.

No sabemos el nombre de la estudiante de 23 años que ha sido violada y asesinada en un autobús de Nueva Delhi.
Pero sabemos que, después de subirse en un autobús privado para volver a casa después de ver una película en el cine con un amigo, fue torturada con tanta crueldad que perdió sus intestinos. Seis personas – incluido el conductor – han sido arrestadas; se les ha puesto la etiqueta de “animales” en todos los medios de comunicación. Es siempre reconfortante pensar – a pesar de todo lo que el siglo XX nos ha enseñado – que aquellos que cometen actos horrendos son sub-humanos, que no son realmente como nosotros, de manera que podemos crear una distancia emocional que nos aleja de ellos. Pero fueron seres humanos que piensan, que sienten, que viven, quienes cometieron esta violación, por nauseabunda que sea aceptarlo.
La muerte de la mujer a la se conoce como “Damini” - “rayo”, en hindi – ha sacado a miles de personas a las calles en India, furiosos ante la violencia endémica e impune contra las mujeres. Pero, en Occidente, la muerte de Damini ha provocado una respuesta diferente: se percibe que este problema es un problema específico de India. “El crimen ha subrayado la abundancia de ataques sexuales en India, “ dice el Daily Telegraph; “India intenta moverse más allá de su cultura de violaciones”, dice Reuters. De nuevo, es reconfortante pensar que este problema es el problema de otros, un escándalo específico que aflige a una nación que se considera “no desarrollada”. Es erróneo y peligroso creer esto.
Las violaciones y la violencia sexual contra las mujeres son endémicas en todas partes. ¿Impresionado por lo que ha sucedido en India? Mira un momento a Francia, ese bastión de la civilización europea. En 1999, dos chicas entonces adolescentes – que se conocieron en los medios como Nina y Stephanie – fueron violadas casi cada día durante 6 meses. Hombres jóvenes hacían cola para violarlas, esperando pacientemente su turno mientras sus amigos terminaban el suyo, prisioneras en un sótano. Después de un juicio de tres semanas este año, 10 de los 14 acusados abandonaron la sala en libertad; los otros cuatro fueron condenados con sentencias leves de un año como máximo.
¿Impactado? Ahora no nos dejemos a nosotros mismos, británicos, ponernos orgullosos, puesto que Amnistía Internacional ha conducido una encuesta en Reino Unido hace unos pocos años. Sólo cuatro por ciento de los ciudadanos residentes pensaba que el número de mujeres violadas cada año en Reino Unido superaba las 10.000. Pero según el Plan de Acción del Gobierno sobre la Violencia contra Mujeres y Niñas, 80.000 mujeres son violadas cada año, y unas 400.000 mujeres son atacadas sexualmente. Esta es la pandémica violencia contra las mujeres, y teniendo en cuenta su escala, no la hablamos de ella lo suficiente.
Toda violación es violencia por definición, pero algunos hechos especialmente horrendos ocurren también. Exactamente hace un año, una mujer fue violada por Mustafa Yussuf, de 21 años, en el centro de Manchester; un poco después un hombre que pasaba por allí – quien, pensó la víctima, iba a ayudarla – la volvió a violar allí en el suelo. O por ejemplo, el caso de Marie Reid, una mujer de 63 años, que fue violada y brutalmente asesinada a principios de este año por un chico de 18 años al que ella trataba como su “nieto”.
Es importante aclarar que la mayoría de los violadores – en India o en cualquier otro lugar – no son gente desconocida que está esperando en callejones oscuros el momento de asaltar a las mujeres. Normalmente son gente que la víctima conoce; a menudo, alguien en quien confían. Este es un hecho que la ley tardó mucho tiempo en reconocer; es por eso que en muchos países todavía es legal violar a tu esposa.
Otros mitos son todavía más inquietantes. Una encuesta de Amnistía ha concluido que la tercera parte de los Británicos pensaban que una mujer que coqueteaba era parcial o totalmente culpable de ser violada, mientras que un cuarto de los encuestados consideraban que una mujer que vestía ropa reveladora o que estaba borracha era en parte responsable de la violación. Este “culpar a la víctima” fue recogido por un juez en el juzgado de Caernarfon Crown hace unas semanas, quien dijo al violador: “Ella cayó muy bajo. Bebió demasiado alcohol y tomó drogas, pero también tuvo la gran desgracia de encontrarte.” En un cartel en la comisaría de policía de Thames Valley que conciencia contra el consumo de alcohol de menores, aparece la imagen de una mujer joven siendo atacada con el subtítulo: “Su madre le compró la sidra.”
Si vamos a acabar con las violaciones, tenemos que entender de dónde viene – y lo que significa asociarlo a un continuum de violencia contra las mujeres. Según las estimaciones del gobierno, un millón de mujeres en Inglaterra y Gales son víctimas de violencia doméstica cada año.
Esos puñetazos, tortazos, patadas y gritos de odio están pasando a nuestro alrededor – si, sin duda en nuestras propias calles. Un cuarto de las mujeres sufrirán estos abusos en algún momento de sus vidas y – para nuestro horror – dos mujeres serán asesinadas por su actual o anterior pareja masculina cada semana.
No es solmanete la agresión abierta. Es el acoso sexual y el convertir a la mujer en un objeto lo que abona el campo para esta violencia. En una encuesta realizada este año por la asociación Por el Fin de la Violencia contra las Mujeres (End Violence Against Women), el 41 por ciento de las mujeres de entre 18 y 34 años han experimentado lo que es llamar la atención sexual de los hombres de manera no intencionada. Algunos hombres podrán considerar que unos “chistes” sobre violaciones son inocuos, pero todo ello ayuda a normalizar la violencia contra las mujeres.
Como país, todavía no tomamos seriamente a las supervivientes de una violación. En un estudio del 2009, se reveló que Gran Bretaña tiene la tasa más baja de condenas a violadores de entre 33 países europeos: un chocante y patético 6,5 por ciento. Las supervivientes a menudo tienen que luchar contra un inapropiado sentimiento de vergüenza, de habérselo causado a ellas mismas de alguna manera, de miedo; un profundo y extenso sentido de culpar a las víctimas que las disuade de levantarse y enfrentarse a su atacante. Si algún bien sale de los horrores del escándalo de Jimmy Savile, debe ser que esas voces serán tomadas mucho más en serio.
Pero aunque las voces de las mujeres deban ser oídas por encima de todo lo demás, los hombres también deben alzar sus voces. Es muy importante que mostremos solidaridad con las mujeres, que nos eduquemos los unos a los otros y que desafiemos los prejuicios. En Estados Unidos y en Australia, hay muchos movimientos de hombres en contra de la violencia sexual, como “Los Hombres Pueden Parar las Violaciones” (Men Can Stop Rape). Pero hay dos campañas similares en Gran Bretaña, como La Campaña del Lazo Blanco (White Ribbon Campaign) y Respero (Respect): jugarán un papel muy importante.
No hay nada inevitable acerca de la violencia contra las mujeres ni aquí ni en ninguna parte. La lucha de mujeres valientes y de sus aliados ya ha tenido un impacto. Pero lo peor que podemos hacer es permitir que nuestro horror ante lo que ha ocurrido en Nueva Delhi nos haga sentirnos bien. Dejemos que la muerte de Damini inspire a todos – en todas partes – para acabar con este horror de una vez por todas.

jueves, enero 10, 2013

El misterio de la desigualdad de género

Como mencioné hace un par de entradas en el blog, en la entrada sobre si India es o no es el peor país del G20 para vivir siendo mujer, unos amigos están preparando un documental independiente, en su primera aventura en este formato, sobre la desigualdad de género en India. Han grabado las protestas en la calle, han hecho entrevistas a una docena mujeres de todas las clases sociales y diferentes edades, niveles de estudios, profesiones... Pero lo mejor de todo esto es que son dos chicos a los que se les ha ocurrido la idea de hacer un documental sobre este tema antes de lo de la violación de Delhi, y no sobre, no sé, el fútbol.

Os dejo el tráiler que han preparado:



gender-inequality from ambar banerjee on Vimeo.

lunes, enero 07, 2013

Feliz Año Nuevo

Os dejo un estupendo cortometraje de David Cutt para que reflexionéis sobre la vida y los pongáis unos propósitos de año nuevo adecuados para...evitar lo que pasa en el video.



In The Fall from Steve Cutts on Vimeo.

Disfrutad!

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